“Con los resultados de una consulta obvia, se desea restringir aún más la libertad de expresión en el país”, opinó Ismael Calderón, Concejal de SantiagoSigue la polémica por la consulta no vinculante realizada en la comuna de Santiago la semana pasada. Los resultados generaron una tupida crítica en el Concejo de Santiago por la realización de una consulta ciudadana, calificada como inútil por el Concejal Ismael Calderón.
En el Concejo Municipal llevado a cabo el miércoles pasado los concejales de oposición le enrostraron al Alcalde Zalaquett el gasto de más de 23 millones que significó la realización de “una consulta no vinculante con una pregunta tan obvia para rechazar las marchas estudiantiles en diversos sectores de nuestra comuna” puntualizó Calderón.
Con los resultados en la mano y con la Intendenta Cecilia Pérez de aliada en esta cruzada, el Alcalde Zalaquett ha propuesto la necesidad de ampliar las restricciones por la vía parlamentaria, a un derecho consagrado en la Constitución de República como es en el Art. 19 número 13 en donde se establece el derecho a reunirse pacíficamente sin permiso previo y sin armas.
“Con esto, literalmente se ha engañado a muchos vecinos de Santiago al querer llevar esta discusión al Parlamento, cuando incluso miembros de la misma Comisión de Constitución y Justicia opinan que no es viable esta modificación ya que se requiere un cambio a la Constitución del país, cosa imposible de realizar debido a los altos quórum requeridos” argumenta el concejal Calderón.
Por último el Concejal de Santiago, estima que “queda demostrado con esta parafernalia política, el verdadero espíritu autoritario del Alcalde Zalaquett que arrastra a la Intendenta a engañar a los vecinos que votaron en una consulta obvia y sin fundamento legal. Es más, esto quedará demostrado cuando la Intendenta Cecilia Pérez tendrá que otorgar el permiso a la CONFECH para la realización de su marcha convocada para el próximo jueves 22, lo mismo que ocurrió con el caso del Alcalde de la Maza en las Condes y su consulta sobre el Estadio de San Carlos de Apoquindo que pretendía prohibir partidos de alto riesgo en dicho estadio”.
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